Reliquia Vormalg
domingo, 23 de septiembre de 2012
En las alturas, entre las nubes, en...
La atalaya del pensamiento, cada noche la visitaba un hombre de ojos cargados de un pasado que luchaba por fluir por sus mejillas. Allí en las alturas miraba cuanto había a su alrededor, bañado por haces de plateada luz o inmerso en la magnificencia de la oscuridad, escuchaba voces bonitas que le inspiraban a llevar nuevos días, autoconvencíase de que el próximo sería mejor, cada noche energía para un nuevo día. Bocanadas de blanca autocomplacencia.
Allí sentado en las alturas sonreía al recordar las vidas de quienes ayudaba, egoísta en su buen actuar y vampiro de sentimientos y del ajeno pesar, cansado de todo luchaba por mantener la chispa en su corazón que infundiera así vida a su cuerpo. Se miraba constantemente al espejo y no veía más que un mecanismo inútil, de nada le servía, su mente había abandonado los placeres que la naturaleza ofrecía, frutos caídos a su alrededor que miraba y no quería, el sentimiento de soledad es grande en los corazones que no entienden de amor.
Escribiendo lo que brota del corazón, como cortar brotes de hojas con la esperanza de que salga una nueva flor, brotes y más brotes, cortar, y nuevos brotes, no se dignaba a colmarlo la felicidad con su presencia, siempre de nuevo a cortar.
lunes, 9 de julio de 2012
Entre los vientos del tiempo...
Cuando cada pestañeo se vuelve una decepción, cada bocanada de humo un desgarro, cada sonrisa un grito que aclama la salvación, y sientes que tu vida son unos pasos indecisos que te mueven de aquí para allá... cuando eso pasa, es cuando llegas a la desesperación, o asumes la resignación.
viernes, 22 de junio de 2012
Munsbrregt
A veces, cuando nadie me mira, antes de dormir, cierro los ojos y siento mi cuerpo tranquilizarse.
Puedo ver una pequeña casa de humeante chimenea, en medio de un bosque perdido en la nada, puedo sentir el calor de su hoguera, el tacto de las hojas de mis numerosos libros, el sonido hueco de mi pisar sobre un suelo recubierto de alfombras, el suave olor de un incienso especiado, y el sabor de un dulce y un café no muy cargado. De un mullido sillón de patas con formas de ensueño que acaban en afiladas puntas en su contacto con el suelo. Pudiendo ver en cada pared de piedra lienzos de la más pura naturaleza.
Disfruto de frías mañanas de brillante sol, con el canto de los pájaros, con el gotear del rocío de las hojas de los árboles.
De noche me complace el silencio interrumpido por los grillos, y el chapotear de gotas de fina lluvia en los charcos.
De caminar y no ver basura, de sentir que no hay necesidad de defender mis pertenencias o mis creencias. De caminar todo lo que quiera, sin muros, sin vallas, sin metas. Manteniéndome de las frutas de los árboles y de las aguas de los afluentes.
De descansar de largos y emocionantes días en una cama no muy pequeña, en una habitación repleta de atrapasueños, cortinas de plumas, alfombras esponjosas y agradables al tacto...
Todo está recogido bajo el siguiente nombre.
Munsbrregt.
Puedo ver una pequeña casa de humeante chimenea, en medio de un bosque perdido en la nada, puedo sentir el calor de su hoguera, el tacto de las hojas de mis numerosos libros, el sonido hueco de mi pisar sobre un suelo recubierto de alfombras, el suave olor de un incienso especiado, y el sabor de un dulce y un café no muy cargado. De un mullido sillón de patas con formas de ensueño que acaban en afiladas puntas en su contacto con el suelo. Pudiendo ver en cada pared de piedra lienzos de la más pura naturaleza.
Disfruto de frías mañanas de brillante sol, con el canto de los pájaros, con el gotear del rocío de las hojas de los árboles.
De noche me complace el silencio interrumpido por los grillos, y el chapotear de gotas de fina lluvia en los charcos.
De caminar y no ver basura, de sentir que no hay necesidad de defender mis pertenencias o mis creencias. De caminar todo lo que quiera, sin muros, sin vallas, sin metas. Manteniéndome de las frutas de los árboles y de las aguas de los afluentes.
De descansar de largos y emocionantes días en una cama no muy pequeña, en una habitación repleta de atrapasueños, cortinas de plumas, alfombras esponjosas y agradables al tacto...
Todo está recogido bajo el siguiente nombre.
Munsbrregt.
Munsbrregt es un lugar, un lugar que está en mi cabeza.
viernes, 16 de diciembre de 2011
Paranoia nocturna.
Cortometraje Producido por: "trejoproducciones", que nos hace replantearnos los valores de la vida dentro de un ambiente urbano con diferentes clases sociales.
Podéis encontrar su productor y partícipe en el corto también de actor en:
Twitter-. @kevespecialista
También podéis encontrar al actor en:
Twitter-. @Zebensuix
martes, 6 de diciembre de 2011
Por favor, se feliz.
Una vida basada en tratar de que otra persona viva y se mantenga feliz, olvidando vivir yo y mantenerme feliz a mi. Me ha hecho adaptarme a centrar mi felicidad en la felicidad de otras personas.
Por eso, si tú eres feliz, yo soy feliz.
Si me atacas con el intangible rastro de la indiferencia.
Me matas.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Y aquí estoy.
Y me asomo, ahí en la azotea, sólos, yo y el frío. Nos hacemos compañía... yo le doy humo, y el me enfría. Miro hacia arriba y las veo brillar, las estrellas, y las veo pasar, las nubes.
Pienso.
¿Qué pienso?
Que estoy pensando dentro de un pensamiento.
¿Es eso posible?
No lo sé, pero lo pienso.
Veo una estrella fugaz, dura un segundo, me hace pensar, mi vida es como ella, y yo aquí, preocupándome y creyendo que estoy sufriendo.
Le doy humo.
Veo las ventanas de los vecinos, y pienso, están ahí, viviendo, cerca de mí, escucharían mi gritar.
Le doy fuego, y luego más humo.
Grito, grito lo más fuerte que puedo, las luces se encienden, y se abren las ventanas, todos alarmados por el grito, por algo nuevo, por algo que no esperaban.
Me río.
Le doy humo.
Pienso, estamos todos condenados a la muerte.
Le doy más humo.
Viviré como me dé la real gana, sin ataduras de la sociedad, conmigo, y con quienes quieran entrar.
Le doy más humo.
domingo, 30 de octubre de 2011
Eres la llave de tu realidad.
Los muros atrofian la vista.
Los condimentos de la comida atrofian el gusto.
Las cremas habituales atrofian el tacto.
Los ruidos artificiales atrofian el oído.
Los olores innaturales atrofian el olfato.
Y si a través de los sentidos captamos la realidad.
Algo va realmente mal.
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